El perro de un abogado se mete a una carnicería, y se come un grueso
filete. El carnicero queda muy indignado, así que va a protestar a la
oficina del abogado y le pregunta:
-Si un perro se mete a mi carnicería y se come un filete delante de mis
ojos, ¿Tengo derecho a demandar al dueño del animal para que me pague
por daños y prejuicios?
-Claro que sí!
-Pues entonces, ¡Quiero que me page los 5.000 pesos del filete que se comió su perro!