Una señora va a sacar el pasaporte. El funcionario de turno le pregunta:
- ¿Cuantos hijos tiene, señora?
- Diez.
- ¿Cómo se llaman?
- Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, y Bernardo.
- ¿Todos se llaman Bernardo?
- Ajá.
- ¿Y como le hace para llamarlos cuando, por ejemplo, están jugando todos afuera?
- Muy simple, grito Bernardo y todos entran.
- ¿Y si quiere que vayan a comer?
- Igual. Grito Bernardo y todos se sientan a comer.
- Pero si usted quiere hablar con uno en particular, ¿cómo lo hace?
- Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.