Está Jesús clavado en la cruz abatido. Los romanos se burlan de él:
- ¡Ja, ja! ¡Mesías tu abuelus! ¡Me paso por el culus a tu prójimus! ¡No que muy santus! ¡Si eres tan vivus, porque no te sueltas! ¡Ja, ja, ja!
Entonces, el santo Maestro se encabrona y les dice:
- ¡¿Ah sí?! -y comienza a forcejear- ¡HHMMMNNÑÑGGGRRR! -y de pronto ¡PFSHT! se suelta del clavo derecho- ¡JA!
Los romanos se callan al unísono, y comienzan a murmurar sorprendidos por la audacia del hebreo. Entonces Cristo los mira despreciativamente, comienza de nuevo:
- ¡JGGGHHHMMMÑÑÑRRRRAA! -y nuevamente ¡PLFST! se suelta el izquierdo, y entonces:
- ¡AY! ¡AY NO! ¡QUE VOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOY!